LA AMANTE... Yo soy la amante, aquella que tiene prohibidas las llamadas a ciertas horas y ciertos días, la que no escribe mensajes a menos que se los pidan. Soy la amante, no por los regalos o las atenciones. Soy esa amante, a la que la esposa le gritara que aprenda a conseguir a alguien solo para mí, a la que humillará, la que le dirá que no tiene suficiente autoestima, la que se conforma con migajas y muchas cosas más. "Soy esa amante, que rompe de vez en cuando las reglas y se llega a enamorar de un ""jamás"" la que se conforma con unas horas nada más." Y permítanme decirles qué está amante también sufre, incluso en ocasiones más que la cónyuge, y sufre porque entrega todo de sí, es incondicional, sufre, porque cuando esta entre sus brazos se acurruca y desea que no termine ese momento, pero después de un rato él se va y yo la amante regreso a mi soledad. Así que, señora, sus insultos no me duelen, a mi lo que me duele es saber que me enamoré de un imposible, sí, me enamoré y estuve dispuesta a jugar algo cruel, porque sé que al final de ese juego, yo perderé y me quedaré sola. Disculpe usted, pero soy esa amante que de vez en cuando llora, y se pone al frente para ser apedreada... Sí, soy la amante .
jueves, 31 de octubre de 2019
LA AMANTE...
LA AMANTE... Yo soy la amante, aquella que tiene prohibidas las llamadas a ciertas horas y ciertos días, la que no escribe mensajes a menos que se los pidan. Soy la amante, no por los regalos o las atenciones. Soy esa amante, a la que la esposa le gritara que aprenda a conseguir a alguien solo para mí, a la que humillará, la que le dirá que no tiene suficiente autoestima, la que se conforma con migajas y muchas cosas más. "Soy esa amante, que rompe de vez en cuando las reglas y se llega a enamorar de un ""jamás"" la que se conforma con unas horas nada más." Y permítanme decirles qué está amante también sufre, incluso en ocasiones más que la cónyuge, y sufre porque entrega todo de sí, es incondicional, sufre, porque cuando esta entre sus brazos se acurruca y desea que no termine ese momento, pero después de un rato él se va y yo la amante regreso a mi soledad. Así que, señora, sus insultos no me duelen, a mi lo que me duele es saber que me enamoré de un imposible, sí, me enamoré y estuve dispuesta a jugar algo cruel, porque sé que al final de ese juego, yo perderé y me quedaré sola. Disculpe usted, pero soy esa amante que de vez en cuando llora, y se pone al frente para ser apedreada... Sí, soy la amante .
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